miércoles, 14 de abril de 2010

No sabes cuanto te echo de menos...


Este fin de semana he estado currando a tope, 34 horas en un sitio más o menos sola... así que el finde ha dado para muchas cosas.

Por una parte me ha dado para despejarme, para salir de mi casa y dedicarme a otra cosa que no fuera la oposición (aunque me llevé una libretita en la que apunté algunas ideas para las unidades didácticas... hay que aprovechar todos los momentos de inspiración) y también, entre otras cosas, para darme cuenta de lo básicos que son los tíos y que les ponen a una tía buena delante y su cabeza gira totalmente sin ningún pudor ni ninguna intención de ser discretos (eso por no hablar de otros gestos como llevarse la mano a cierta parte de su anatomía a la que valoran muchísimo cuando una chica guapa les sonríe... patético, en serio!! ¬¬')

Y, sí, lo hice... sobre todo me dio para pensar en ella, en lo que he perdido. Me dio por pensar en lo sola que me ha dejado o, mejor dicho, en lo sola que me he ganado quedarme... En que siempre estaba pendiente de mí, cuidándome como nadie y que eso a mí me llenaba de energía y de ganas de sonreír. Es curioso... nos dábamos absolutamente TODO... y creo que ese ha sido el problema de estar como estamos (Nota mía y para mí: comenzar a hablar y pensar menos en el tema y no daros tanto la tabarra... pero ahora necesito sacarlo de alguna manera)

Esos detalles que teníamos, creo que las dos. Cuando un toque al móvil significaba tanto y cuando una mensaje al móvil mientras tenía que estar 34 horas trabajando hacía que sonriera por la suerte de tener una amiga que pensaba en mí tanto como yo en ella. Volver a casa y saber que, aunque me tuviera que acostar pronto porque al día siguiente madrugaba, ella estaría ahí saludándome, mandándome un mail o dejándome algo escrito en el msn (qué alegría me daba ver que aparecía su ventana escrita aunque ella no estuviera allí) Y qué decir de la locura de volver de fiesta y quedarse despierta un ratito más para mandarme un sms cuando yo me fuera a currar... Y un millón de cosas más que llenaban los días, las horas, los minutos,...

Y creo que todo se ha ido en parte por mi culpa, sí, porque la he querido demasiado, la he querido como no se merece... porque merece que la quieran más aún y que la quiera alguien que realmente se merezca tenerla de esa forma. Porque no me arrepentiré nunca de este sentimiento, pero quizás sí debería haber hecho las cosas de otra manera.

Y porque aún la sigo queriendo como no se imagina (aunque no sirva para nada)... y porque esto me duele muchísimo. Y me cuesta, sí, qué voy a hacerle. Soy lenta para estas cosas y ahora aún más porque no me siento segura, me siento sola ante el "peligro" y, aunque sigue ahí, sigue distante, lejana y completamente diferente... supongo que a ella le pasa lo mismo conmigo. Yo echo de menos a mi amiga, ya no la tengo... y sí, puedo acudir a ella cuando lo necesite y sé que lo haré porque sigo confiando en ella, pero... ¿y ella? Ella no, así que... no estamos en igualdad de condiciones, la verdad.
Además, como me dijo ella, los amigos están para darse buenos momentos y alegrías y yo ya no le doy eso. Vamos, lo que yo decía cuando le decía que echaba de menos que sonriera conmigo, que nunca ha significado que se riera de mis chistes, pero cuando lo digo no me entiende y, sin embargo, luego sale que es parte del problema.

Mientras ella sea feliz así... yo intentaré serlo también... pero sin ella todo cuesta más. Tuve oportunidades de arreglarlo y parece que no lo intenté, eso me dijo... supongo que es así, ya no lo sé.

Yo la sigo echando de menos...






5 comentarios:

Marta dijo...

Sólo creo que la quisiste con locura y eso no es culpa tuya, ni muchisimo menos ^^ Al menos guardas esos momentos bonitos en tu corazón y la certeza de haber sentido todo eso en toda su intensidad.

Un besito, guapa

Tanais dijo...

Siento mucho que las cosas hayan terminado así, me imagino que lo ideal sería un término medio, ni tanto ni tan calvo, como se dice en mi pueblo.

Un abrazo niña

Qué tal tu hermano por pucela? para otra vez venbte con él mujer!

Anónimo dijo...

Hola! Leo tu escrito que es del mes de abril... y me preguntaba cómo estas ahora? Yo estoy pasando por algo parecido... y me cuesta ver la salida... ¿cómo has pasado este tiempo? ¿cómo te sientes? ¿cómo se siente ella? yo la echo mucho de menos... decidí distanciarnos porque ella estaba alejándose poco a poco de mí... y eso me estaba haciendo mucho daño... Espero que estes mejor y que la vida te esté regalando mil y una sonrisas... Un abrazo

Pili dijo...

Hola!! No sé si leerás mi contestación, pero aquí la tienes...

Pues este tiempo lo he pasado mal, para qué engañarnos, pero al final te vas dando cuenta que no vale la pena. Dejé de hablar con ella a diario y para cualquier cosa, aunque le mando de vez en cuando algún mensaje o le posteo en facebook o tuenti, pero sabes? Siempre lo hago yo y, creo, que no me merezco eso... (aunque sé que no le soy indiferente) Pero creo que es normal que esté así, al fin y al cabo, la defraudé...

Ahora... pues sigo echando de menos ciertas cosas, pero bueno, se aprenden a llevar, te lo aseguro. Y, aunque me gustaría seguir siendo lo que éramos, creo que también me ha venido bien para dejar de sentir lo que sentía (si la viera en persona no sé qué pasaría, pero hoy por hoy siento que ya no la quiero con esa locura que la quería)

Y bueno, ahora tengo otras cosas en la cabeza... y he vuelto a darme contra otro "problemilla" con otra chica... pero, nada, a por otra cosa... jajaja Dicen el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, yo tropiezo constantemente con la misma... aunque no es lo que busco, surge así!!

Bueno, espero que tú estés bien y si necesitas algo... ahí arriba tienes mi mail ;)

Un saludo!!

Anónimo dijo...

y por qué la defraudastes?? No creo q así fuera... Solamente sentistes...
Te he escrito al emails...
muchas gracias chica!!