Tengo un pequeño defecto que con el paso del tiempo he ido limando y modificando más o menos para bien. Tengo tendencia a confiar en la gente demasiado rápido... a veces sí que merece la pena hacerlo, porque lo haces con personas que merecen la pena, pero otras veces... te pegas contra un muro y aún así...
Cuando de repente encuentras a alguien con quién congenias bien, a quién le cuentas todo lo que sientes, pero que te vas dando cuenta de que esa persona a ti apenas te cuenta nada. Que se escuda en que ella no cuenta nada y tú lo respetas... pero es que ni siquiera te confía cosas mínimas... Yo no sé vosotras, pero yo en ese caso me siento absurda confiando en alguien que no lo hace en mí. Está claro que no es necesario contarlo todo... pero no sé, algo falla. Así que aprendí... aprendí y dejé a esa persona fuera de mi vida... o por lo menos tan fuera como para que no me afectara nada de lo que me decía (demasiado daño me había hecho ya...) Porque ella no confiaba en mí... pero juzgaba todo lo que yo hacía.
Luego está esa confianza que pones en una persona y que llega un problema... y de golpe y porrazo desconfía de ti. Pues sí, sabes que no eres la persona más perfecta del mundo, pero te duele esa desconfianza en ti... y como te duele... pues pones una barrera entre tú y esa persona. Quizás te equivoques... pero qué le vas a hacer? No quieres pasarlo mal...
Y ya viene la confianza buena. Esa que tienes en esas personas que te muestran que no sólo puedes confiar en ellas... sino que confían en ti. En menor o mayor medida... pero lo hacen... y así te lo hacen saber. Esta confianza es la que merece la pena. Que pueden fallarte? Claro que sí, pero en la vida hay que arriesgar...
Así que... así estoy, rodeada de todo tipo de personas... aprendiendo día a día.
Y qué seria la entrada, no? Pos sí... luego escribo algo más cómico, más en mi línea... pero es que hoy tenía que hablar de esto... ;)
2 comentarios:
Todos estamos rodeados de todo tipo de personas, por eso conviene ser un pelín selectivo para las cosas "serias" de la vida.
Qué difícil es la confianza!! cuesta muchísimo ganarla y en un plis se puede venir abajo :|
Afortunado aquel que da y recibe.
Yo soy una persona que le cuesta confiar en alguien, sobre todo para contarle cosas personales pero cuando lo hago confio 100%. Antes no confiaba en nadie ahora en muchas personas...si me fallan no me arrepiento como lo hacía antes...
Y que confien en mí es algo que me gusta pero si no lo hacen tampoco me mosqueo ni me desvivo para que lo hagan...lo entiendo también...no se puede confiar en todo el mundo!
Aunque te pongas seria...el tema me ha gustado ;)
Publicar un comentario