miércoles, 26 de noviembre de 2008

Queriendo que es gerundio...


Hace un tiempo tuve una época en la que deboraba libros, lo leía todo. Creo que fue como a mitad de la carrera, pero supongo que lo que leí durante toda la carrera me dejó un poco saturada de libros (podía leerme perfectamente 12 ó 13 libros por asignatura y tenía como unas 5 ó 6 asignaturas así al año... echad cuentas!!). Una vez leí uno, La hija del curandero de Amy Tan (que recomiendo) y me ví muy reflejada en un trozo de lo que decía. El trozo es el siguiente (marco con negrita lo que creo que me describe bastante bien):



"—Mira, yo pagaré la mitad, y si funciona te devolveré el dinero.
—Ya hemos hablado de esto. No quiero la mitad, y no tendrás que devolverme nada. Tengo ahorros y quiero pagar. No lo hago para que vuelvas conmigo ni para librarme de tu madre. No hay condiciones. No quiero presionarte para que tomes una decisión u otra. No hay expectativas ni compromisos.
—Bueno, te agradezco la intención, pero...
–Es algo más que una intención, es un regalo. Tienes que aprender a recibir de vez en cuando, Ruth. Cuando no lo haces, te perjudicas.
—¿De qué hablas?
De que a menudo deseas cosas de la gente, una especie de prue­ba de amor, de lealtad o de fe en ti. Pero al mismo tiempo estás con­vencida de que no llegará. Y cuando llega, no la ves. O te resistes y la rechazas.
—Yo no...
–Eres como una persona que tiene cataratas y quiere ver, pero te niegas a operarte porque temes quedarte ciega. Prefieres quedarte ciega lentamente a correr el riesgo. Y no ves que la solución está delante de tus narices.
—Eso no es cierto —protestó. Sin embargo, sabía que había algo de verdad en lo que decía Art. No era exactamente como lo pintaba él, pero la idea le sonaba tan familiar como las olas de sus sueños. Se volvió hacia él—: ¿Siempre has pensado eso de mí?
—No lo tenía tan claro. De hecho, empecé a pensar en ello des­pués de que te marcharas. Y luego me pregunté si lo que habías di­cho de mí era verdad. Me di cuenta de que soy un egoísta, de que estoy acostumbrado a pensar en mí en primer lugar. Pero también me percaté de que tú siempre te pones en segundo término. Es como si me dieses permiso para ser menos responsable. No digo que sea culpa tuya. Pero tienes que aprender a recibir, a aprovechar las oportuni­dades que te ofrecen. Sin resistirte. Sin ponerte nerviosa pensando en las complicaciones. Simplemente acepta lo que te dan, y si quieres ser cortés, da las gracias.
Ruth estaba hecha un lío. Le estaban dando un buen repaso, y estaba asustada.
–Gracias —dijo por fin."


Cuando lo leí me ví tan reflejada que copié esas frases y parte de ellas aún me las sé de memoria. Anoche me acordé de la cita... no sé, supongo que es que no estoy muy acostumbrada a ciertas cosas, supongo que hay alguien que se está esforzando en demostrarme que sigue ahí y que está esforzándose en darme algo... algo que no le he pedido, pero que bueno... si todo el mundo piensa que eso es lo que le pido... pues... bienvenido sea.



Supongo que tengo que "dar las gracias" y dejar que lo hagan. Y podéis pensar que lo valoro poco, pero no es así. Sólo que no quiero que nadie haga algo por "obligación", que en realidad lo que pido es menos que eso y que si es eso lo que quiere volver a hacer... que mire muy bien para qué vuelve, porque no voy a consentir que me dé consejos que ella misma ha aplicado y que como consecuencia ha perdido un poco de mí... Y digo que no voy a darle vueltas pero esto me hace pensar un poco... Soy una petarda!!! xD Pero por lo menos me lo tomo con humor, porque en realidad no me apetece pensar en lo que significa o puede significar (qué lío, eh? Perdón... :$)



Las cosas no son tan sencillas como parecen, pero tampoco son tan complicadas.



He decidido que tengo que centrarme más en mí, en disfrutar, en mis cosas. Quiero volver a leer por placer, escribir mucho, centrarme en preparar el CAP, centrarme en dar decentemente las clases particulares... y también disfrutaré de lo que quieran darme, sin darle vueltas, sin pedir más, sin pensar.



No sé si lo conseguiré, seguramente no, pero lo importante es que estoy cansada de dar vueltas a las cosas... dejaré simplemente que pasen.



Esto no quiere decir que vaya a descuidar lo que ya cuidaba, sólo que no voy a dejar que me afecten tanto ciertas cosas.



Tienen prisa por hacer que me calle

Pero yo canto lo que quiero y lo que siento

Canto lo que me sale

Igual que mi corazón late

O igual me caigo por un precipicio

Pero yo soy la que decido

Cuando salto y con quien me río

Y si lloro yo decido

A quien le muestro mis lagrimas






7 comentarios:

Tanais dijo...

Seguro que lo conseguiras, y si es lo que quieres a por ello niña!
Gracias por todo...si no tuiera el blog me moriría de pena estos días, me servirá para disraerme.

Muuuuaks!!!!

Anónimo dijo...

No entiendo muchas cosas que escribes, espero que mis consejos con tu interpretación no hayan tenido mucho que ver aunque me temo que así es...La cita tiene razón pero no sé primero tienes que saber qué esperas recibir para poder verlo...

Bueno no te rallo...besos

Anónimo dijo...

mucho animo chiquilla, que la vida está llena de gente muy muy interente....

Winnie dijo...

Me ha gustado mucho la sinceridad que se "respira" al leerlo. Tenemos que ser nosotros mismos quienes decidimos con quien lloramos, sentimos y amamos...pero es que hay otra parte enfrente que debe recibir esas, nuestras emociones, y por lo que le toca..aceptarlas.
Cierto, hay que centrarse y "vivir" nuestras cosas...

Anónimo dijo...

Cuanto por vivir con optimismo...

Verónica dijo...

Te encontre a traves de un blog amigo y te confieso que me gusta lo que leo, me gusta ver como alguien siente aunque otros nos paramos por razones del corazon.

besotes de esta peke

pd: te espero por mi rincon, con una buena taza de cafe caliente,

Suassi dijo...

Hola, a ver hazte la siguiente pregunta. Cuando tú haces algo por alguien, por qué lo haces? Seguramente porque te apetece, por que es lo que quieres. Y entonces porque otra gente no puede hacer lo mismo por ti? O es que tú lo haces por obligación? Seguramente no, lo haces porque te apetece, entonces piensa que otras personas también lo hacen con ese sentimiento y no por obligación.

Besets